El 7-0 de Estudiantes a Gimnasia: un hito en la historia
Una frase que resuena cada vez que se acercan los clásicos del fútbol argentino es que son “partidos aparte”. Este dicho no solo lo usan los jugadores, sino también los hinchas. Y es que, a pesar de cómo llegan los equipos, la emoción está garantizada.
Ahora, hablemos de un momento que rompió con esa tendencia: hace 19 años, Estudiantes dio un golpe histórico al vencer a Gimnasia por 7 a 0. Esa tarde en el Estadio de la ciudad dejó una huella imborrable y, sin dudas, un recuerdo vívido en la memoria de todos.
La mayor goleada del clásico del fútbol platense: Estudiantes 7 – Gimnasia 0
El 15 de octubre de 2006 fue un día que quedará para siempre en los corazones de los hinchas del Pincha. Era la primera vez que Estudiantes jugaba como local en el Estadio Único y la expectativa era alta. Del otro lado estaba Gimnasia, un rival con historia y no en su mejor momento, pero con un pasado reciente de luchar codo a codo con Boca Juniors.
Por aquel entonces, Estudiantes buscaba captar el título que estaba en manos de Boca, que marchaba como líder. Pero aquí, además de los puntos, estaba en juego el honor de uno de los clásicos más intensos del país.
En los primeros minutos del partido, Estudiantes tomó el control rápidamente. A solo cuatro minutos, Diego Galván abrió el marcador. En el minuto 24, José Calderón amplió la ventaja a 2 a 0, y la hinchada comenzó a soñar con una goleada. La primera mitad terminó con un contundente 3 a 0, gracias a un gol de Mariano Pavone.
En el segundo tiempo, el escenario se tornó aún más desolador para Gimnasia. Estudiantes firmó una segunda mitad que pasó a la historia por su brutalidad. Galván volvió a marcar, y Gimnasia se quedó con un jugador menos tras la expulsión de Germán Basualdo. El partido se descontroló para el Lobo cuando Matías Escobar también recibió tarjeta roja.
Las cosas no mejoraron para Gimnasia. A los 73 minutos, Calderón colocó el 5 a 0, y pocos minutos después, Pablo Lugüercio sumó el sexto. Para cerrar la jornada, Caldera selló su hat-trick con el séptimo tanto en el minuto 85. El partido fue interrumpido por incidentes, pero cuando el árbitro, Héctor Baldassi, reanudó el juego, ya poco quedaba por hacer. Antes que sonara el pitido final, Estudiantes había escrito una página dorada en la historia del fútbol argentino.
El insólito pedido de los jugadores de Gimnasia
Este clásico dejó huellas que aún se sienten en el ambiente del fútbol argentino. Las rivalidades entre los clubes se viven intensamente, y el folklore que las rodea está lleno de anécdotas. Desde cargadas entre hinchas hasta revelaciones sorprendentes que se conocen con el tiempo.
Diego Galván, uno de los protagonistas de esa memorable tarde, compartió recientemente una anécdota curiosa: los jugadores de Gimnasia, en un momento de desesperación, le pidieron a Estudiantes que frenaran un poco y dejaran de hacer goles. “Nos pedían que no marcáramos más y que bajáramos el ritmo”, contó Galván.
Sin embargo, él enfatizó que lo positivo de la jornada fue que mantuvimos la intensidad durante todo el encuentro. Por si fuera poco, el árbitro tuvo que finalizar el partido antes de tiempo para evitar que la violencia escale, aunque las cicatrices de esa jornada han perdurado en el tiempo.